Con motivo del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, hablamos con Mabel Caballero Bustamante, quien trabaja en FAIN como Responsable Comercial.
1. Hola Mabel. Háblanos de tu formación. ¿Qué estudiaste y por qué?
Me incliné por la Ingeniería Industrial porque mi padre y mis dos hermanos mayores eran ingenieros agrónomos y en mi casa siempre había conversaciones técnicas que despertaban mi interés. Yo quería ser Ingeniera, como mi papá, que era un apasionado de su carrera profesional.
2. ¿Cómo y cuándo decidiste ser ingeniera?
Cuando faltaban 3 meses para terminar el bachillerato, tuve una conversación con mi padre y mi tío, pues este último era docente de la Facultad de Ciencias y Tecnología en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba, donde cursé la carrera.
Le pregunté muchas dudas cuyas respuestas me sorprendieron. Cuando le pregunté “¿Qué hace un Ingeniero?”, él me contestó: “Un Ingeniero se prepara para resolver problemas; donde otros ven problemas el ingeniero ve soluciones”. Con sus respuestas, lo tuve claro, ¡yo sería Ingeniera!
3. ¿Cómo acabaste en el sector de la elevación? ¿Fue una decisión meditada, o mera casualidad?
Fue una jugada del destino. Yo vine de Bolivia con billete de vuelta, para realizar un Máster en Dirección de Marketing, en la Escuela de Negocios de la Universidad de Murcia (ENAE). Tenía que realizar unas prácticas obligatorias para completar el máster y se me presentaron varias opciones: hacerlas en Juver, en el Pozo y en una multinacional del sector de la elevación. Cuando realicé las entrevistas, fue amor a primera vista; me apasionó todo lo que conlleva este mundo, tanto es así que empecé de becaria y cuando terminé las prácticas me ofrecieron un contrato como Comercial de postventa, que desempeñé durante 18 años. El billete de vuelta lo perdí.
4. Llegaste a nuestra empresa en 2022. ¿Cómo recuerdas el proceso de selección?
El proceso fue muy cercano y familiar. En todo momento pusieron en valor mi experiencia y me dejaron claro que en FAIN quieren personas comprometidas y con valores que sumen a este gran proyecto. Eso fue lo que más me gustó, esa sensación de pertenencia que me transmitieron durante el proceso.
5. ¿Qué funciones desempeñas en tu día a día en FAIN?
Entre mis principales funciones se encuentran: la atención constante y directa con clientes y administradores, la defensa de cartera y captación de nuevos clientes, la preparación de presupuestos de reparaciones de mayor y menor envergadura para sustituciones completas, accesibilidad o instalación de ascensores en Fincas que no lo tienen, en general, encontrar soluciones a problemas comunes o complejos que mejoran la calidad de vida de las personas.
6. Indudablemente, trabajas en un sector con presencia mayoritaria de hombres. ¿Esto ha supuesto algún problema a lo largo de tu carrera profesional?
Considero que no; para mí ha sido un aliciente más que un problema. Siempre me he sentido capaz y mis padres me inculcaron que, con esfuerzo, constancia y dedicación, somos capaces de hacer lo que queramos.
7. ¿En alguna ocasión te has visto afectada por los estereotipos de género en el sector?
Sí, más de una vez, pero lo he utilizado en mi beneficio, reforzando mi autoestima. Tengo claro que el problema no está en lo que nos dicen, sino en cómo permitimos que eso nos afecte.
8. La presencia de mujeres sigue siendo anecdótica en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). ¿Cómo crees que se puede revertir esta situación?
Es verdad, cuando empecé la carrera, éramos 7 mujeres en una clase de 183 alumnos.
Considero que es importante explicar qué es una ingeniería en la práctica, que no se quede solo en que son carreras donde se estudian muchos números (ese estereotipo de “soy de letras o soy de números” ha hecho mucho daño).
Las ingenierías revolucionan el mundo y son carreras para gente con ganas de hacer cosas distintas.
9. Para concluir, ¿qué consejo le darías a las mujeres que aspiran a conseguir un puesto de responsabilidad en estas profesiones?
Lo primero, que no dejen de formarse, que sean valientes y que afronten los retos sin complejos. Como bien decían mis padres: somos capaces de lograr grandes cosas a base de esfuerzo, constancia y dedicación.
