Los elevadores son máquinas complejas y, para garantizar la seguridad de estos equipos, las distintas partes que los componen deben ser revisadas con regularidad. Tanto las inspecciones como el mantenimiento de los ascensores vienen regulados en el Real Decreto 88/2013, del 8 de febrero, que establece los plazos, procedimientos y los responsables que intervienen en todo el proceso para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de estos aparatos. ¿No conocías este texto? ¡Te hacemos un resumen!
Mantenimiento del ascensor
El titular del ascensor es el propietario del mismo y será su responsabilidad mantenerlo en buen estado durante todo el tiempo que pueda ser utilizado. Por ello, su obligación es firmar un contrato con una empresa que se encargará de las labores y visitas de mantenimiento que, en función del tipo de vivienda, deben cumplir los siguientes plazos:
- Cada cuatro meses. En el caso de las viviendas unifamiliares.
- Cada mes. Para el resto de ascensores.
Estos chequeos y las correspondientes reparaciones —si tuvieran lugar— deben ser debidamente documentados, indicando la fecha en que se realizaron, la razón detrás de la revisión (visita ordinaria de mantenimiento, por incidencia o avería) y un listado donde se detallen las acciones realizadas (reparaciones y cambios de piezas, etc.)
Por supuesto, la empresa que se haga cargo del mantenimiento del elevador debe ser un profesional capacitado para esta labor. Si eres inquilino de un edificio donde el propietario está permitiendo a personal sin experiencia en mantenimiento de ascensores realizar esta tarea, es importante que lo reportes a algún tipo de autoridad local. Recuerda que un mal servicio de mantenimiento pone en peligro a todos los usuarios.
Inspecciones técnicas periódicas
Además del mantenimiento, el ascensor debe someterse a la Inspección Periódica Obligatoria (IPO) realizadas por un Organismo de Control Autorizado (OCA) e imparcial que certifique que sus condiciones de funcionamiento y seguridad se mantienen. Del mismo modo, debe realizarse una inspección si el elevador sufre un accidente o cuando la autoridad competente lo requiera. Los plazos para estas revisiones periódicas son los siguientes:
- Dos años. Para ascensores instalados en edificios de uso industrial y de pública concurrencia (hospitales, hoteles, centros comerciales, etc.)
- Cuatro años. Para los ascensores privados (como los de comunidades de vecinos) instalados en edificios de más de 20 viviendas o con más de cuatro plantas.
- Seis años. El resto de ascensores.
En el transcurso de estas inspecciones, el organismo competente deberá revisar, entre otros: el estado mecánico de las puertas y la garantía de cierre, los medios de suspensión y tracción, el funcionamiento de los frenos mecánicos, el limitador de velocidad, el paracaídas y los amortiguadores probados con cabina vacía y a velocidad reducida o el dispositivo de petición de socorro.
Este organismo verificará además que el ascensor cumple con la normativa. Es decir, pese a un excelente mantenimiento mensual, saldrán en el acta puntos a subsanar para adecuarse el equipo a la normativa vigente en ese momento —que muchas veces ha cambiado desde la última inspección—.
En breve se aprobará la nueva instrucción técnica complementaria (ITC) de ascensores que supondrá cambios en las medidas mínimas de seguridad que se exigirán a los equipos de elevación ¿quieres saber cómo afectará?
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Por supuesto, tener en el acta puntos a corregir no es sinónimo de un mal mantenimiento.
En general, el resultado de la inspección del ascensor puede ser favorable o desfavorable. Si el ascensor presenta defectos leves, estos deberán ser subsanados antes de la siguiente inspección. Si los defectos son graves, tendrán que corregirse en un plazo de seis meses y el ascensor se someterá a una nueva inspección para certificar que efectivamente se han subsanado. Por último, si presenta defectos muy graves (que constituyan un riesgo inminente para las personas o puedan ocasionar daños a la instalación), el ascensor quedará automáticamente fuera de servicio.
Las inspecciones se verifican mediante un código de colores; esto es, la colocación de una etiqueta verde (si el resultado es favorable), amarilla (si hay defectos que deben ser subsanados) o roja (si se han detectado defectos muy graves y el elevador debe quedar fuera de servicio). Esta pegatina se sitúa tanto en el interior de la cabina como en el cuarto de máquinas de la instalación. De este modo, cualquier usuario puede conocer el estado del equipo y debería reclamar al administrador que la pegatina siempre sea verde y la fecha, vigente.
Responsabilidad del presidente
Se podría decir que las inspecciones periódicas constituyen la “ITV de los ascensores”. Contratar el mantenimiento con una empresa de ascensores es obligatorio. Por eso, siempre es mejor estar dispuesto a pagar un poco más pero asegurarnos de contratar a una empresa solvente, con recursos y con técnicos suficientes en plantilla, competentes y formados de forma continua.
En caso de accidente, con un ascensor fuera de plazo de la IPO, los seguros de responsabilidad civil de la empresa de mantenimiento no hacen frente a las indemnizaciones por daños, siendo la responsabilidad del cliente. No tener al día esta inspección obligatoria conlleva sanciones económicas por parte de la Administración y podría derivar en una responsabilidad penal para el presidente o representante de la Comunidad de Propietarios por negligencia u omisión de sus deberes. Y es que la contratación de esta inspección corresponde en exclusiva al cliente. La empresa de mantenimiento tan solo avisa de la fecha de caducidad y de las empresas disponibles para poder pasar dicha inspección.
FAIN: la seguridad que otorga una empresa de confianza
El mantenimiento de un ascensor requiere la profesionalidad de una empresa que se pueda hacer cargo de este servicio con seriedad. En FAIN invertimos más de 15.000 horas al año en formación continua para que nuestros técnicos estén al día de las distintas tecnologías y de los diferentes fabricantes. Porque, si algo nos distingue, es esa capacidad de mantenimiento multimarca.
Como no podía ser de otra forma, desde FAIN apostamos por el mantenimiento preventivo. Gracias a las visitas periódicas de nuestros técnicos, conservamos tu equipo en perfectas condiciones de funcionamiento y seguridad para garantizar su disponibilidad de uso y minimizar el número de averías. En definitiva, ¡nos aseguramos de prolongar la vida útil de tu ascensor!
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