Las obras de remodelación del Palacio de Villahermosa, que debía convertirse en el museo que acogería las obras de la colección Thyssen-Bornemisza, comenzaron en enero de 1990
El reto fue adaptar el viejo palacio, cuya última actividad había estado vinculada a la Banca López Quesada, a las condiciones (iluminación, seguridad, sobrecargas, etc.) y servicios requeridos por una pinacoteca.
En este enclave hemos llevado a cabo la instalación de:
– 2 ascensores de 800 kg (10 personas) y 1 de 600 kg (8 personas), cuyas cabinas han sido diseñadas ad hoc por el propio arquitecto.
– 1 ascensor montacuadros de 3.500 kg para el transporte de las obras de arte. Cuenta con puertas especiales de 3 m de altura, doble embarque a 90º, 7 paradas, velocidad cabina de 1,0 m/s VVVF y cabina acabada en acero especial, diseñada también por el arquitecto.
– Ascensor hidráulico panorámico de 600 kg que comunica la tienda con la cafetería, cuyos paneles de cristal hacen de estructura.