La estadística nos demuestra que la puerta corredera es la tipología de puerta que más
accidentes graves causa. El riesgo es que la hoja de la puerta se salga del puente y caiga si no
dispone de los topes que impidan su caída. Este riesgo se agudiza cuando se usa la puerta en
modo manual ya que en modo automático el motor también sujeta la propia puerta.
En una situación de uso de la puerta en modo manual la única seguridad para frenar la puerta
en caso de que se salga de recorrido es que tenga topes mecánicos y, de tenerlos, sean
adecuados para el peso y tamaño de la instalación.
Si la puerta no dispone de tope mecánico de final de recorrido o este no está
convenientemente dimensionado o los topes de que dispone están en mal estado o no son
capaces de soportar la inercia del impacto de una puerta que no está traccionada por un
motor la puerta puede caer ocasionando daños personales en la persona que la está
manipulando manualmente. El riesgo de caída se puede producir tanto en la maniobra de
apertura como en la de cierre.
La solución que aporta FAIN PUERTAS a este problema es proveer a todas las puertas que no
dispongan de este tope mecánico de final de recorrido de un tope convenientemente
dimensionado que impidan el vuelco de la puerta tanto en la maniobra de apertura como en la
de cierre según sea necesario.
Si usted dispone de puertas correderas en sus instalaciones y quiere que valoremos el nivel de
seguridad de las mismas y la ausencia o presencia de estos topes, ¡contáctenos!, desde FAIN
PUERTAS le ofreceremos la mejor solución que evite el riesgo de caída en estas puertas.